El MUNDIAL del miedo ULTRA

Varias de las aficiones más radicales del mundo se citan en el Mundial de Rusia 2018

TEXTO: D. MATEO | GRÁFICOS: CARLOS G. KINDELÁN

 

La invasión de los ultras pone en jaque al Mundial 2018. Es, junto al terrorismo, la principal preocupación de los organizadores del torneo que se disputa en Rusia. Precisamente este país es la cuna de los principales grupos violentos de Europa, a los que habrá que sumar los demás aficionados que llegarán de otros rincones del mundo. "Para algunos será la fiesta del fútbol, para otros un festival de violencia", es su lema. Ya ha empezado el Mundial del miedo ultra.

Radiografía del violento

Los ultras suelen fracasar en los estudios, son de clase obrera y pertenecen a familias inestables, desde el punto de vista relacional y afectivo, y están muy bien organizados. Ellos mismos generan una violencia alrededor del fútbol -identificándose con un equipo dentro de un grupo con una identidad y unas ideas características, mayormente ultranacionalista, racista y xenófoba- que les hace sentirse más fuertes.

 

Eligen el fútbol por ser un deporte de masas. Generalmente, el consumo de alcohol y drogas es una constante entre los miembros de estos grupos, aunque muchas de estas bandas prohíben dichas prácticas y se entrenan físicamente y mentalmente como verdaderas bandas paramilitares. El cuerpo para ellos es fundamental.

La leyenda señala a Edward Hooligan como pionero del movimiento, famoso por sus peleas y su ajetreada vida a finales de los 70 del siglo XIX, en Londres

'Modus operandi'

Los ultras quedan para pegarse. Fijan un lugar -generalmente cerca del estadio-, unas normas, una hora y se encuentran. Sin embargo, de cara a este Mundial y ante las medidas planteadas por las autoridades rusas -controles policiales, sanciones económicas, equipos de investigación especializados, identificación de 'criminales' o prohibición de acceso a recintos deportivos-, ese modus operandi podría reemplazarse. Es cada vez más frecuente recurrir a lugares retirados, bosques o descampados, que reduzcan las probabilidades de que sus participantes puedan ser identificados.

Desde hace meses se habla de un 'acuerdo' entre ultras rusos, serbios y argentinos para 'cazar' ingleses en Rusia, en concreto en la ciudad de Nizhny Novgorod, el 24 de junio. Uno de los líderes de los Orel Butchers, un grupo ultra ruso famoso por su violencia, manifestó públicamente: "Obviamente, trataremos de hacer algo, eso es 100% seguro".

 

Pero, ¿qué hacer, o, mejor dicho, qué no hacer para verse involucrado en una batalla? "No tengas cerca ningún niño o familiar. Si estás allí con un amigo, debes calcular que te vas a llevar una patada en el culo", avisan.

Objetivo: evitar que actúen en Rusia

¿Qué se puede hacer? La legislación europea facilita la libre circulación de estos individuos y, a pesar de que la policía europea conoce a los cabecillas y a los elementos más peligrosos de cada grupo ultra, no se puede actuar contra ellos fuera de su país. Si no están en busca y captura, las policías no pueden intercambiar datos sobre personas. Sin embargo, Rusia se puso manos a la obra de cara a controlar este problema en su Mundial y se creó una ley que endureciera los castigos, aunque todo ello es insufiente.

MEDIDAS

Multas de más de 300 euros.

Prohibición de entrada a estadios  de 1 a 7 años.

Arrestos de 15 días.

A los extranjeros violentos: multa similar y expulsión del país.

El Gobierno ruso asegura “tener controlados” a sus ultras mediante un censo que restrinja el acceso a los estadios. Pero la reincidencia de esta hinchada preocupa a las autoridades: ya en la Eurocopa de 2016 Rusia estuvo a punto de ser expulsada tras los incidentes de sus hinchas en varias ciudades francesas, tras protagonizar batallas campales y disturbios en suelo francés.

La Eurocopa nos puso en sobreaviso

Francia 2016 amplificó la relevancia y el peligro de un fenómeno ya consolidado a nivel continental. Desde aquella Eurocopa, las peleas, agresiones y 'guerras' entre aficionados ultra se han intensificado, poniendo en jaque a las autoridades de cada ciudad o país en las diferentes competiciones entre clubes. Aún se recuerda la batalla campal de tres días entre miles de rusos e ingleses en Marsella que dejó centenares de heridos, una veintena de detenidos y un reguero de sangre que dio la vuelta al mundo.

La grada donde se aloja la afición del Olympique de Marsella.

¿Hay conciencia global sobre el problema? ¿Las Federaciones son corresponsables y parte necesaria de la solución? ¿Los gobiernos están haciendo todo lo que pueden en materia de seguridad? ¿Se repetirán esas imágenes en Rusia 2018? El miedo se palpa.

A cuatro meses de que arrancara el Mundial murió en Bilbao un ertzaina durante los incidentes entre hinchadas del Athletic y el Spartak previos a un partido de la Europa League. Hace apenas un mes, un grupo de ultras rusos agredió a unos aficionados del Liverpool en el centro de Kiev, ciudad donde se disputó la final de Champions. Los clubes son incapaces de evitar que estas bandas organizadas viajen a puñados arropando a sus equipos. Incluso los jugadores de algunos equipos se fotografían con sus aficionados más radicales.

Las hinchadas más peligrosas

RUSIA

Los ultras más violentos de Europa. Muy temibles, son grupos de una violencia extrema nacidos en Rusia tras la descomposición de la antigua URSS. Hay varias facciones, como los 'Gladiator Firm 96' o los 'Fratria', relacionados con los más radicales del Spartak de Moscú. Los informes policiales señalan que los ultras rusos siguen un patrón paramilitar, distinto al seguido por los no menos temibles hooligans británicos o las barras bravas de los clubes sudamericanos, algo que les hace especialmente peligrosos, como ya demostraron en la Eurocopa de 2016.

 

"Son diferentes, casi paramilitares, están bien entrenados para operaciones ultra violentas y muy rápidas", les definió la Fiscalía de Marsella. No tienen el perfil de la mayoría de ultras, que toman alcohol y drogas, por ejemplo. Consideran que pueden perder efectividad. Ellos son máquinas de pelear. Su propio cuerpo es su arma, sin necesidad de nada más. Son de ideología neonazi y expertos en artes marciales mixtas.

INGLATERRA

Hasta la llegada de los ultras rusos, fueron durante décadas los más temidos del Viejo Continente. De hecho, los equipos ingleses estuvieron cinco temporadas sin jugar competiciones europeas debido a la tragedia de Heysel en la que murieron 39 aficionados. Gran Bretaña acogía -y acoge- a este tipo de violentos, los ‘verdaderos’ y originales hooligans que, poco a poco, han ido reduciendo su nivel de actuación en los alrededores de los estadios gracias, en parte, a la Ley anti-hooligan, que prohíbe a estas personas entrar en los estadios. El grupo más peligroso es el del West Ham Inter City Firm (ICF).

 

(Casi) siempre les acompaña el alcohol y una de sus peculiaridades es que que entregaban a los otros grupos una nota después de enfrentarse a ellos y en la que se podía leer: ‘felicidades, te acabas de encontrar con la ICF’.

FRANCIA

Los que acompañan a la selección bleu tiene su germen en los clubes de la Ligue1, cuyas aficiones son de las más temidas de Europa por su agresividad. Un ejemplo es lo que ocurrió entre los hooligans del Nancy y del Feyenoord, que se citaron en un bosque para pegarse en noviembre de 2016. Todo debido a una venganza por lo ocurrido hace diez años en un partido de la UEFA entre ambos equipos. Actos vandálicos que también llevan a cabo dentro de los estadios, como los protagonizados por los violentos del Olympique de Marsella en Bilbao este mismo año. La Ertzaintza detuvo a tres hinchas del Olympique por protagonizar los incidentes en San Mamés, arrojando bengalas al campo e hiriendo a dos vigilantes de seguridad, uno de ellos en el cuello tras ser atacado con un arma blanca.

Además, una niña también resultó herida por quemaduras en el lanzamiento de esas bengalas de los ultras marselleses. Son aficionados radicales y con un amplio historial de actos delictivos y violentos, como los del PSG, que fueron expulsados por su propio club en 2010 para luego readmitidos siete años después tras firmar un código de buena conducta.

ARGENTINA

El término barra brava aparece en Argentina a comienzos de la década de 1960. Posteriormente, su uso se fue extendiendo por los demás países de América Latina. En la mayor parte de América estas barras están conformadas por jóvenes de entre los 14 y 25 años, mientras que en Argentina los integrantes suelen ser de mayor edad, pues en ese país la tradición está más arraigada. Suelen liarla mucho en la liga argentina, pero no es común verlos desplazarse en masa fuera de las fronteras sudamericanas, como es el caso de este Mundial de Rusia.

 

Asisten a los estadios y generalmente se ubican en las tribunas sur y norte. Entre las características están que sienten un profundo odio hacia los hinchas de los equipos contrarios y más si son un grupo de ‘barras’ como ellos, saberse todos los cánticos, tener su propia bandera y su propio trapo (tira de color correspondiente del equipo de la barra en el que sobresale un letrero que puede ser el nombre de la banda o del grupo violento) y estar pendientes de los ‘combates’ contra otras hinchadas o contra las fuerzas públicas.

Son extremadamente violentos y muchos de sus componentes cuentan con antecedentes penales por delitos como homicidio, narcotráfico y vandalismo. En el combate ellos sí usan armas, ya sea de fuego o cortantes. En Rusia, serán las barras de Boca las que, mayoritariamente, estén al frente de la hinchada argentina.

BRASIL

A la afición de la selección de fútbol de Brasil se la conoce popularmente con el nombre de ‘Torcida’. Durante los pasados Juegos Olímpicos de 2014, organizados por el país carioca, se sucedieron las críticas y la incomodidad entre deportistas y jueces ante la mala educación de la afición brasileña, habituada a la violencia verbal de los estadios de fútbol.



Flamengo, Corinthians y Sao Paulo son los clubes con más hinchada de Brasil, mucha de ella se traslada luego a la selección de fútbol. Son ultras extremadamente violentos, tanto física como verbalmente. Y, para ello, utilizan todo tipo de armas, incluso mortales. En muchos enfrentamientos han dejado al borde de la muerte a hinchas rivales.

SERBIA

Han sembrado el pánico en su país y lejos de sus fronteras durante las últimas décadas, añadiendo episodios negros a su historia, ya sea en los partidos de sus clubes como con los de su selección. El repaso a los más importantes pone los pelos de punta.

 

 

Haciendo una radiografía del movimiento ultra en Serbia, nos encontramos con dos grupos bien diferenciados.

Grobari ("sepultureros")

Es un grupo ultra que apoya al Partizán Belgrado en todas sus facetas deportivas, especialmente en fútbol y baloncesto. Se fundaron en 1970 y, en la actualidad, Grobari está formado por tres subgrupos: Južni Front, Grobari 1970 y Zabranjeni. Sus principales rivales son los Delije, del Estrella Roja de Belgrado, y los Bad Blue Boys, del Dinamo Zagreb, que a la vez son dos de los grandes rivales deportivos del Partizan.

Delije

Es un grupo ultra que apoya al Estrella Roja de Belgrado en todas sus facetas deportivas, especialmente en fútbol y baloncesto. El nombre se deriva de la palabra serbia delija, que significa “héroe”. Sus principales rivales son los Grobari, del Partizan, y los Bad Blue Boys, del Dinamo Zagreb, que a la vez son dos de los grandes rivales deportivos del Estrella Roja.

COLOMBIA

En el resto de los países de América Latina, las barras argentinas han adquirido notoriedad progresivamente, al menos desde comienzos de la década de 1990, trasladándose notoriamente a otros países, como México y Colombia, también presentes en el Mundial de Rusia. El fútbol sirve de excusa para descargar su odio al rival.


Y no solo al rival. Un hecho ocurrido da buena cuenta de lo que son capaces de hacer los radicales. Los ultras colombianos protagonizaron un asesinato que dio la vuelta al mundo, el de Andrés Escobar, un defensa del país ‘cafetero’ que se marcó un gol en propia puerta durante el Mundial de EE UU. de 1994. A su vuelta a Medellín, le acribillaron con 12 balazos. Hace unos meses capturaron al narco vinculado con su muerte. En el combate, este tipo de violentos sí usan armas, ya sea de fuego o cortantes.

POLONIA

Su grupo de ultras es de ideología neonazi, racistas, homófobos y antisemitas. A nivel de clubes, el Legia de Varsovia es el club más grande de Polonia y también el que más ultras mueve. Incluso ha jugado en Champions a puerta cerrada por la peligrosidad de sus hooligans. Su historia se cuenta desde la caída del comunismo, cuando las aficiones rivales empezaron a emplazarse para organizar batallas campales.

Incluso a los partidos de la selección los radicales iban identificados con los emblemas de sus respectivos equipos y se pegaban entre ellos. Las peleas eran de tal magnitud que llegaron al acuerdo de no utilizar armas, con lo que el perfil del ultra polaco cambió para dedicarse a su cuerpo, que será su arma en el cara a cara. Como los rusos, tampoco suelen beber ni drogarse.

 

Todos ellos llegarán a Rusia dispuestos a jugar su partido y que se hable más de sus fechorías que de las hazañas de Messi y compañía. Para ellos, no es fútbol, es una guerra.

Créditos

En este especial han participado: Daniel Mateo (textos), Carlos Gámez Kindelán (gráficos) y Álex Herrera (producción).