Cinco vidas en la frontera: las porteadoras


"Este trabajo me mata"

Tres mujeres, tres historias, y un denominador común, extensible a muchas otras que se encuentran en el polígono. Jóvenes o de avanzada edad, todas tienen cargas familiares y este suele ser el único ingreso que entra en sus casas. Tradicionalmente eran viudas, divorciadas, solteras... repudiadas sin otra forma de ganarse la vida. Pero ahora también las hay casadas cuyos maridos están en paro. Con su cuerpo como herramienta de trabajo, actúan como enlace entre el vendedor, en el lado español, y el comprador, en el extremo marroquí.

Los fardos marcados tienen propietario y, las mujeres que los transportan, han sido contratadas por un empresario al que deben hacerle llegar esa mercancía. Otras, como Fátima o Jadiya, acuden a las naves sin saber con certeza si encontrarán algo que poder colocar en el mercado. Si regresan de vacío, ese día no entrará jornal en casa y además habrán perdido el dinero del desplazamiento a la frontera, algo que suelen hacer en taxis compartidos entre cinco o seis.

El 75% de los porteadores son mujeres y la inmensa mayoría vive en la pobreza. Entre ellas existe un pequeño grupo que maneja el contacto con los contrabandistas repartiendo la mercancía entre las demás, lo que les reporta beneficios extra.

Cada lunes y miércoles Marruecos permite a primera hora de la mañana la salida de 2.000 porteadoras por el Tarajal II. Una vez en territorio español, las porteadoras entran en los polígonos en grupos de entre doscientas y cuatrocientas para evitar aglomeraciones. Cuando las autoridades consideran que la mayoría ha regresado, algo que controlan mediante los tickets que les entregan al cruzar, dejan pasar a las siguientes. Posteriormente, tras los tornos de vuelta a Marruecos, entregan la mercancía. La mayor parte se queda en tierra marroquí y el resto se destina a la exportación.


Trasportan textil, calzado, comida, rollos de celofán, neumáticos, detergente, garrafas de agua vacías, papel higiénico y hasta lavadoras o parabólicas. Los fardos cargados a la espalda pueden llegar a los 80 kilos. En un intento de “dignificar su trabajo”, desde el 9 de abril, los comerciantes han establecido como obligatorio que la carga se lleve en un carro, un método que ya existía anteriormente y que pocas utilizaban.

Otras vidas en la frontera

Porteadores del Tarajal

Abdel es de Tetuán y entre transporte y comida calcula que se deja unos 10 euros cada vez que se
traslada a Ceuta. Sus días de porteo son martes y jueves.

En el polígono

“Por una frontera digna” es el lema que ha conseguido unir a empresarios,  sindicatos y partidos de la oposición para exigir medidas contra la asfixia económica y la mala gestión.

Fuerzas de seguridad

Denuncian la falta de personal y de medios técnicos. Están sometidos a una fuerte presión y reconocen que no existen ni protocolo ni pautas claras a seguir.

Seguridad privada

Son empresas que se encargan de la seguridad dentro de los diferentes polígonos del Tarajal y a lo largo del paso de porteadores por decisión del Gobierno de España.

Créditos

En este especial han participado: Araceli Guede (textos y entrevistas), Jorge París (fotografía), Guillermo Fernández Savater (vídeo), Carlos Gámez Kindelán (diseño y gráficos) y Álex Herrera (coordinación y producción).